Drawing outside the lines

Estás sentado en la cama poniéndote las zapatillas, yo todavía sigo acostada sin el pantalón. Tenés puesto ese boxer blanco que compramos en villa del parque. Los ojos entre cerrados, y unos cinco mechones hacia arriba. Siempre que te despertas tenés expresión de preocupado, con el ceño fruncido y la boca triste. Yo te miro, solamente te miro. Me gusta tu nariz, tu expresión cuando hablás, tu perfume, la forma en que caminás. Me gusta cuando te enojás y me mirás directamente a los ojos. Tu pelo cuando recién te despertás. Me gusta tu tono de voz cuando te ponés contento, tus manos cuando me tocás, tus dientes cuando me besas. Me gusta que te interese que es lo que quiero comer, que quieras leer lo que escribo todas las noches. Me gusta que te acerques a mi tal y como lo estás haciendo ahora, despacito y sonriéndome de costado ¿Tan transparente soy? Entre todas las cosas en que te destacás, leerme la mente es la que mejor te sale. Me gusta que apoyes tus labios sobre los mios y me erices la piel justo de esta manera. Me gusta que seas así conmigo. Dormirme de noche y despertar abrazada a vos, que me repitas mi amor cada vez que sabes estoy enojada. Me gusta cuando hacés desaparecer el ruido y ponés el mundo en su lugar en cuestión de segundos. Me gusta tenerte. Y ahora, mientras me das un beso, siento como si el corazón quisiera salir por mi boca, como si quisiera besarte el también ¿Cómo hacés? Te conozco desde la cabeza hasta los pies, pero nunca dejás de sorprenderme. Nunca a nadie le quedó mejor media cresta teñida de rubio. En un estado de divergencia mental, me pongo a pensar como es posible que pueda gustarme tanto una persona en su totalidad. Así, me acuerdo como nos conocimos ¿Hay algo más sincero que enamorarse de otra persona jugando? Si yo ayer te elegí como mi mejor amigo, como mi hermano, apenas habiendo conocido algunas partes sueltas de vos, es más que lógico que hoy te elija como la persona con la que quiero compartir mi vida. Y eso sos, la primer persona a la que busco para reír, la primer persona que busco para llorar. Hoy volví de Bariloche y tuve todo el día esa rara sensación dentro mío, como si tuviera que ponerme el jean y caminar hasta algún lado. Es ahora que entiendo que es porque todavía no me siento en casa, no si no escucho tu respiración al lado mío. Me pasé toda la noche sentada en el micro, pensando en todo esto que te estoy escribiendo. Y es por eso que hoy, me comprometo. Me comprometo a aceptarte tal cual sos, y a ayudarte a cambiar lo que sea que sea necesario para el bien de los dos. Me comprometo a buscar tu bien sobre todas las cosas, a escuchar cada una de tus críticas con una sonrisa. Me comprometo a cuidarte del mal que yo misma te pueda provocar, y a estar al lado tuyo, donde sea que vayas. Me comprometo a nunca dejarte olvidar que te amo de esta forma, de la forma más sincera que me lo permite el corazón. Y por último, me comprometo a hacer todo lo que esté a mi alcance para dar el último de mis respiros, reflejada en la mirada más hermosa que tuve la suerte de conocer y entre los brazos de mi único verdadero mejor amigo.