La parte oculta prohibida negativa verdadera de crecer.
Crisis de adulto-joven #1
Estoy (estamos) asustados por lo que está llegando, por lo que está acá, por lo que ya llegó. Y es que aunque esté diciendo con mi boca que las cosas van a (tienen que) estar bien, hay una parte pequeña y remota (pero relevante) en mi cerebro que repite y repite que el futuro no es tan fácil como imagina mi cabeza de... ¿Adolescente? ¿Adulto-joven? ¿Alien? ¿Trastornada? O despierto pensando que me espera una vida de felicidad, dicha y amor, o lo hago visualizandome abajo del puente de San Martin con un compañero sin dientes comiendo las pulgas de mi moribundo perro para sobrevivir. Soy conciente de que, como siempre, estoy premeditando cosas que están a años luz de mi presente. Es decir, acabo de terminar la secundaria, y todavía no tengo el nivel de madurez necesario para tomar desiciones tan importantes... ¿O no? ¿Por qué carajo crecer será tan complicado? Ojalá pudiera caminar las dos cuadras que me separan del virgen niña cargando la mochila azul y escuchando música por el resto de mi vida, o al menos tener la certeza de que pueda con esto de crecer y mas. Y, aunque lo sé... Dios, odio los cambios
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