Drawing outside the lines

Ok, me desvisto ante vos.
Me llamo Nicole, nombre sencillo y corto, que se lee con solamente dos sílabas. No soy rubia de ojos celestes ni tengo un busto enorme. Tengo celulitis como la otra mitad del mundo femenino y me muerdo las uñas el 90% del tiempo. Me entiendo muy poco, y sin embargo exijo que todos me entiendan. No gané nunca ningun concurso y puedo contar la cantidad de chicos con los que estuve con dos manos. Lo mío es la filosofía, no sé manejarme en el escenario. Hace tres meses que estudio modelaje y todavía no encuentro la forma de caminar en pasarela. Tengo una mancha de nacimiento en la pierna derecha, y piernas muy gordas. Muy a menudo me olvido de cual es la izquierda y cual la derecha. No soporto el pelo largo, lo llevo así solamente porque me dicen que me queda más bonito. Soy extremadamente celosa, pero, como dice Joa, solamente es porque soy insegura de mí misma. No entiendo la contabilidad ni la fisica y me dejó de importar mi salud hace un tiempo. No sé que voy a estudiar, no sé que quiero ni que busco. No soy diferente a las demás, sin embargo, pienso que nací en el mundo equivocado. Me gusta reflexionar las cosas, tengo que entenderlo todo. Todo, todo. Tengo el don de parecer espontánea. Casi no veo del ojo derecho, tengo una pierna más larga que la otra y los brazos desproporcionados a mi cuerpo. Odio mis pies y mi nariz. Me fascinan las canciones de piano, soy romántica empedernida. Le busco el pelo al huevo, no doy segundas oportunidades. Sufro con las peliculas de amor, y, en la vida, miro hacia atrás constantemente. Se me acusa de ser mentirosa, me declaro hiper culpable. Siento como nadie, soy extremista, bipolar y un poco exagerada. No puedo decir que vivo el minuto a minuto, pero soy muy impulsiva. No tengo un cuerpo bien dotado ni un cerebro inteligente. Mi corazón no sabe elegir lo que le conviene. Casi siempre me olvido de arreglarme como una mujer, soy desaliñada y poco femenina. Hablo sin pensar, pienso sin hablar. A mi mente la desfiguró el tiempo, ya no me gusta soñar mientras duermo. Tengo el alma cubierta de parches y cuando escucho esta canción me pongo muy cursi. No sé elegir, ni decidir, ni hacer las cosas bien. No soy feliz, y en este momento de mi vida, tampoco me importa serlo. Me dan miedo los cambios, no creo en el amor, ni en la religión, ni en la gente, ni en los fantasmas. Así nací, así soy. Tenía ganas de autodescribirme, chau.